En Bogotá se ha adoptado este término a cambio de "barras bravas", con el fin de disminuir la estigmatización de los jóvenes que hacen parte de esta población, puesto que, se busca dejar de ver a los jóvenes barristas, seguidores de clubes de fútbol, desde una lectura que implica violencia e inseguridad, para verlos desde el enfoque participativo, como sujetos constructores, autónomos y sociales, con potencial para transformar sus propios entornos, de acuerdo con lo establecido por los pilares del Barrismo Social